Proyecto Opticsem
Opticsem: soluciones para evitar el rechazo de las partidas destinadas a la certificación de semillas de cebada y avena.
El presente proyecto se plantea con el fin de evaluar e implementar las tecnologías actualmente existentes en el mercado para mejorar el proceso de certificación de semilla de cereales, tanto durante el desarrollo del cultivo, como en el proceso de selección realizado en las cooperativas.
OPTICSEM: Necesidades detectadas
La normativa que regula el proceso de certificación de semillas establece unos requisitos de calidad muy exigentes, lo que en muchas ocasiones deriva en el rechazo del cereal que se pretendía certificar como semilla. Concretamente se espera proporcionar soluciones para las casuísticas que habitualmente provocan el rechazo de partidas destinadas a la certificación de semillas de cebada y avena. Según lo establecido en el Reglamento Técnico de Control y Certificación de Semillas de Cereales, las causas de rechazo más frecuentes son las siguientes:
Rechazo tras inspección de campo
No se permite certificar semillas R2 de cebada proveniente de parcelas donde exista una planta de trigo por cada 10 m2. Si la semilla de cebada que se quiere certificar es de categoría R1, la normativa fija el límite en una planta de trigo por 20 m2. Dado que las rotaciones de cultivos de secano en Navarra alternan trigo y cebada, es muy frecuente que germinen plantas de trigo en cultivos de cebada, incluso en campañas donde el cultivo precedente no haya sido trigo.
En el caso de la avena la situación es todavía más complicada ya que los rechazos se producen principalmente por presencia de ballueca o avena loca (Avena fatua, Avena sterilis y Avena ludoviciana). La avena loca es una planta adventicia endémica en Navarra que, como su propio nombre indica, está emparentada con la avena cultivada (Avena Sativa), y la normativa exige que no haya una planta adventicia por cada 20 m2, para la producción de semillas de avena R2. Esta circunstancia provoca que en Navarra no se haya conseguido certificar semillas de avena R2 durante muchos años, y que los productores ni siquiera se planteen la posibilidad de producir semilla de avena R1, que todavía tiene unos requisitos más exigentes.
Rechazo tras el proceso de selección
Si la inspección en campo ha dado el visto bueno a las parcelas destinadas a la producción de semilla, estas se cosechan y la producción correspondiente se lleva a la cooperativa para seleccionar y limpiar el grano. En este proceso se eliminan impurezas, granos rotos y una parte importante de semillas de otras especies (cereales y no cereales) que pueda presentar el cultivo. El grano ya limpio se somete a un nuevo control de calidad donde se contabiliza el número de semillas de otras especies y de otros cereales que existen en la muestra. En el caso de las semillas de cebada R1 o R2 la presencia de 8 granos de trigo de cada 500 gramos provoca el rechazo de la partida. En el caso de la avena, y al igual que sucedía en las inspecciones en campo, la normativa todavía es más estricta permitiendo una semilla de ballueca en 1.000 gramos.
Hasta la fecha, con las técnicas de monitoreo en campo y con los equipamientos con los que cuentan las máquinas de selección la cantidad de rechazos que se produce es muy alta. En la S. Coop. URLUSA en concreto, en función de la climatología de la campaña, entre el 30% y el 50% de la producción para obtener semilla certificada no cumple los parámetros establecidos, por lo que existe una clara necesidad de reducir el número de partidas rechazadas.
Entidades participantes
- Dirección: Calle Cataluña, s/n, 31006 Pamplona, Navarra
- Teléfono: +34 948 169 171
- Email:
- Web: www.unavarra.es
- Dirección: Avda. Zaragoza nº 21 1º dcha. 31003 Pamplona (Navarra)
- Teléfono: +34 948 238 129
- Email:
- Web: www.ucan.es
Acciones realizadas durante el proyecto
Durante 2021 y 2022 se evaluarán e implementarán las tecnologías actualmente existentes en el mercado para intentar reducir de manera considerable el volumen de rechazos en la producción de semilla. A continuación se detallan las actuaciones que se realizarán durante el proyecto para mejorar el proceso de certificación:
Uso de teledetección para el monitoreo del cultivo
Hoy en día el uso de la teledetección desde plataformas aéreas está permitiendo maximizar la información sobre el desarrollo del cultivo en sus distintos estadios de crecimiento. Los avances en el desarrollo de las cámaras que equipan los drones, fundamentalmente desde el punto de vista de la resolución espectral, permiten definir el comportamiento espectral de cada cultivo y variedad con una precisión cada vez mayor, lo que está posibilitando identificar las zonas donde se están desarrollando especies no deseadas. El objetivo del proyecto es el de evaluar la utilidad de una cámara multiespectral comercial sencilla, y otra cámara hiperespectral más compleja para realizar una detección temprana de especies y variedades no deseadas aunque su presencia sea escasa, de forma que se esté a tiempo para realizar acciones en campo que permitan eliminar dichas especies y variedades, y de esta manera evitar el rechazo de estas parcelas para la obtención de semilla certificada.
Selección de semillas de cereal mediante seleccionadora óptica
Se adquirirá e instalará una seleccionadora óptica para testar la eficacia de la misma. Este equipo no sustituirá al equipo de selección con el que se cuenta actualmente, sino que será un añadido que se utilizará para hacer una segunda selección en aquellas partidas que en el control de calidad interno se haya detectado que no cumplen los mínimos requeridos por la normativa. El objetivo en esta fase del proyecto será testar la eficacia de esta máquina en condiciones de trabajo reales y comprobar que es capaz de separar el trigo de la cebada y la ballueca de la avena en las partidas de semilla que serían rechazadas mediante una selección basada únicamente en el tamaño y peso de los granos.